EL EFECTO VAMPIRO
¿Por
qué los vampiros? ¿Y por qué ahora? Las sagas vampíricas han tomado fuerza en
los últimos años en Europa y Estados Unidos. Crepúsculo, Crónicas Vampíricas,
True blood...Todas ellas tienen algo en común y es que dejan de mostrar aquella
imagen del vampiro solitario y terrorífico que masacraba pueblos y ciudades,
para dar paso al vampiro del siglo XXI que asume algunos de los valores típicos del héroe como son la bondad, belleza, capacidad de sacrificio. Ese es el
modelo de los jóvenes ahora. Vamos a analizarlo profundizando en la serie de
Crónicas Vampíricas.
Elena
es una chica que vive en Mistic Folls, un pueblecito de Estados Unidos. La saga
comienza con una Elena triste, dolida y vulnerable emocionalmente, entre otras
cosas por la pérdida de sus padres en un accidente de coche, del que ella se
salvó. Un buen día, llega al pueblo Stefan Salvatore, un misterioso y apuesto
joven que se enamora a primera vista de la bella Elena y ésta de él. Coincide
que Elena es físicamente, no así en carácter, exactamente igual que Katherine,
la vampiresa que convirtió a Stefan y su hermano Damon en vampiros. La serie
consiste en una serie de aventuras en las que los hermanos Salvatore se dedican
a salvar una y otra vez a Elena, quien parece que atrae el peligro y a todos
los seres sobrenaturales. La serie va evolucionando y entran en juego diversos
elementos mágicos, pero en definitiva, el principal motivo y motor de los
hermanos Salvatore y de la serie, es salvar a Elena y desarrollar la historia
de amor con alguno de los hermanos.
La psicología de los personajes
es llamativa:
Elena es una joven emocionalmente
vulnerable que necesita del apoyo de su amor para sobrellevarlo. No tiene más
aspiración que la de cuidar, mantener y preservar su amor. No se muestran
proyectos de vida como persona más allá de su rol en la relación de pareja. Si
su relación va mal, ella está triste. Por supuesto, es una fiel y comprensiva compañera. Y en muchas escenas se puede
observar como el hombre (Stefan y Damon), con sus respuestas y comentarios
hacia ella, la pone de ilusa e ingenua. Una ilusión e ingenuidad que les
enamoran pero de las que no se fían y, por ello, tienen que cuidar de Elena, ya
que, en realidad, piensan ellos, no sabe en profundidad nada de la vida. Eso sí
acuden a ella en busca de su consuelo, calidez y cariño; la perfecta compañera.
Además, es la única que les ayuda a mantener a su parte más oscura y dañina a
raya, saca el lado bueno de ellos; lo cual es un peligro ya que ello
proporciona un mensaje implícito a las mujeres: "si tú estás conmigo puedo
ser bueno, si no, puedo descontrolar y ser malo". Este mensaje fomenta una
codependencia entre los miembros de la pareja: Elena probablemente se sienta
poderosa ya que solo ella tiene el poder de sacar lo bueno de él, a la vez,
Stefan o Damon (sobre todo Damon) dependen del amor de Elena para mantenerse
bajo control. En todo momento muestran los aspectos más emocionales que se le
han atribuido a las mujeres.
Elena
es la chica en la que se fijan todos los chicos, o al menos los interesantes.
Esto da un mensaje a las mujeres: tu valía está ligada a gustar a los chicos;
tú vales en tanto que eres capaz de gustar y enamorar a los hombres. Curioso
mensaje en una época que se gloría de fomentar la igualdad entre hombres y
mujeres. Por otro lado, podemos encontrar otros mensajes peligrosos, por
ejemplo, cuando Stefan y Elena dejan la relación, Stefan (durante algún tiempo)
pasa a ser borde e incluso algo hiriente con Elena y le llega a decir "no
sabes cómo soy cuando no estoy enamorado". ¿Qué mensaje pueden estar
dando? Para que te trate bien un hombre le tienes que gustar. Y así, se fomenta
que las mujeres persigan la admiración y el "amor" de un hombre
porque si no lo tienen, no valen; porque si no lo tienen pueden no tratarlas
bien.
La
figura del vampiro ha ido
evolucionando a lo largo de los años, desde un ser terrorífico a un ser
seductor y terminando en el vampiro actual que es un héroe, con su lado oscuro.
Es atractivo; atrae a sus víctimas e, incluso, su mordisco les da placer.
Conecta con toda la parte instintiva de los seres humanos y con la idea de
belleza y juventud eterna, pasión y sensualidad, peligro. Se les humaniza
(poniendo en ellos sentimientos humanos y desarrollando su vida en los típicos
lugares en los que se desarrolla la vida de adolescentes y jóvenes-bares,
instituto...). Y se les presenta como jóvenes atractivos, exitosos, con un buen
coche y una gran mansión. Ese es el modelo al que tienen que aspirar los
jóvenes y del que se tienen que enamorar las chicas.
Se
cuenta la historia desde el punto de vista del agresor, fomentando la
comprensión de éste y la identificación con éste; de tal manera que se terminan
justificando actos violentos ("no controla", "lo hace por
amor"). Claramente, se puede percibir una relación con estos mensajes y la
violencia de género.
En
todo momento la evitación del sufrimiento está presente, hecho que enlaza con
la sociedad hedonista actual; pero que deja a los adolescentes y jóvenes más
vulnerables ante la vida, ya que no aprenden a soportar el sufrimiento
inevitable que, en ocasiones, tiene ésta. Esta evitación del sufrimiento, se ve
incluso en los motivos que le llevan al protagonista Stefan a realizar buenas
acciones; en más de una ocasión refiere que la culpa tras una mala acción es
peor, es decir, para evitar sufrir después, pórtate bien ahora. Lo que rige la
vida es la evitación del sufrimiento. El calado de este mensaje conviene socialmente,
ya que para promover cambios personales o sociales te puede tocar renunciar y,
en cierto sentido sufrir; así que si no estás dispuesto a sufrir y dejar tu
vida cómoda, no te comprometerás con los cambios necesarios.
Las
relaciones de pareja que se muestran
suelen ser relaciones de dependencia, en las que la pasión está presente en
todo momento. Fomentan una relación posesiva en la que se quiere al otro por
las emociones que despierta en uno mismo, no por lo que es el otro. Al
funcionar de esa manera, cuando el enamoramiento se pasa (y por tanto las
emociones y sensaciones intensas) o cuando llega otro que despierta en mí una
sensación mayor, la relación anterior se termina y se pasa a iniciar una
relación con el que despierta la emoción más intensa. Si os fijáis, lo que
prima es la emoción, no una conexión más profunda con el otro. Es el amor
romántico, no un amor comprometido y respetuoso. Por otro lado, es la relación
de pareja lo que da sentido a sus vidas. Este mensaje ha calado socialmente, de
tal manera que, a una cierta edad, hay una presión (especialmente hacia la
mujer) para que contraiga pareja y forme una familia y si no, no está completa.
En
cuanto a las relaciones sociales, considero importante destacar que las
sociedades de vampiros, en estas historias, no promueven lazos comunitarios
sino lazos de uso y consumo. Así, no es casualidad que la figura del nuevo
vampiro esté tan de moda hoy en día ya que por un lado, es reflejo de la
sociedad actual y, por otro, la continúa perpetuando.
¿Por qué los vampiros? ¿Y por qué ahora?...
BIBLIOGRAFÍA
García Irles,
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millonario: la alienación del sujeto femenino en las novelas del romance para
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University of Timişoara, Romania. Oceánide número 4, ISSN 1989-6328
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Ghiretti, H. Otra de
vampiros. Nueva revista.