"Quien
tiene una razón para vivir, acabará por encontrar el como" (V. Frankl)
"Todo
puede serle arrebatado al hombre excepto la última de las libertades humanas:
el elegir su actitud en una serie de circunstancias, de elegir su propio
camino" (V. Frankl)
"El hombre
es hijo de su pasado, no esclavo de su pasado y es padre de su porvenir" (G. Acevedo)
Fue
Viktor Frankl, psiquiatra vienés nacido en 1905, superviviente del Holocausto generador
de la logoterapia.
La logoterapia es una terapia centrada en la búsqueda del
sentido en la vida. Y responde a la necesidad que tiene todo ser humano de
encontrar y realizar el sentido en cada
situación vital; es decir, de encontrar el para qué de su existencia. Es esa pregunta que todos nos hacemos: ¿Cuál es el sentido de mi vida? ¿Para qué estoy aquí?
No es una terapia que te de la respuesta al sentido de la vida, ya que esa respuesta es personal. Lo que hace el terapeuta es acompañar y ayudar a la persona a que responda por ella misma a esa pregunta. Además, el sentido de la vida no tiene por qué ser siempre el mismo, puede variar en distintas situaciones y épocas de la vida, además de variar de persona a persona.
No es una terapia que te de la respuesta al sentido de la vida, ya que esa respuesta es personal. Lo que hace el terapeuta es acompañar y ayudar a la persona a que responda por ella misma a esa pregunta. Además, el sentido de la vida no tiene por qué ser siempre el mismo, puede variar en distintas situaciones y épocas de la vida, además de variar de persona a persona.
Cuando esta necesidad se ignora se produce la frustración
existencial, caracterizada por una sensación de vacío, o carencia del sentido de la propia existencia. “La persona que padece
esta frustración existencial no sabe como llenar ese vacío interior que siente
y la vida pierde atractivo: cualquier situación singular esconde un sentimiento
de aburrimiento y apatía; cualquier proyecto parece derrotado desde el
principio; la reflexión sobre la vida conlleva una sensación de inutilidad...”(cfr. Bazzi y
Fizzotti, 1989).
Esta
apatía se traduce en falta de interés por el mundo y falta de iniciativa para
cambiar algo en éste. En esta situación, la persona se inclina a querer lo que
quieren los demás o a hacer lo que los demás quieren que haga. Así, surgen el
conformismo (en el primer caso) y el totalitarismo (en el segundo) como
consecuencias del vacío existencial.
La logoterapia tiene como base una antropología que entiende a la persona como un ser unitario pero con varias dimensiones que necesitan las unas de las otras para poder expresarse. Las tres dimensiones son: física (biológica o somática), psíquica (o anímica) y noética (o espiritual o noológica).
La dimensión noética o espiritual es la capacidad, inherente a todo ser humano, de:
-
comportarse libremente y de forma responsable frente a las influencias internas
y externas
- adaptarse y tomar
postura ante lo que no puede cambiar (actitud con la que vive, afronta la
situación)
- reconocer fuera de
sí mismo las formas de sentido, los valores, que se le ofrecen en diversas
situaciones y poder vivir el sentido.
Por esa misma capacidad, hay una parte que no enferma en la persona y siempre hay cualidades y recursos propios a los que se puede recurrir para superar un problema o una crisis.
Por esa misma capacidad, hay una parte que no enferma en la persona y siempre hay cualidades y recursos propios a los que se puede recurrir para superar un problema o una crisis.
Por tanto, la logoterapia defiende que el ser
humano es libre a pesar de los condicionamientos. La otra cara de la libertad
es la responsabilidad. La libertad conlleva decidir cuál de las posibilidades
ofrecidas se va a realizar (y, por consiguiente, condenar a la no realización a
todas las otras posibilidades). La responsabilidad ha de conducir a escoger lo
mejor (teniendo en cuenta que lo que "actualice" y lleve a cabo, se
conservará para siempre, en el pasado, y se salvará de la caducidad de las
otras cosas).
Hay que tener en cuenta que no todos los problemas pertenecen al ámbito de la dimensión espiritual y, por lo tanto, no pueden ser abordados desde ella. Si un problema es biológico o psicológico, va a requerir intervención médica, en el primer caso, y psicológica en el segundo. Si bien es verdad, esa dimensión sana y libre del ser humano siempre nos puede ayudar a recuperarnos y a tomar postura frente a lo que nos sucede y no dejar que la enfermedad, el trastorno o el problema nos posea sino ser conscientes de que somos algo más que eso. Con esta reflexión quiero expresar que la logoterapia no soluciona todos los problemas; es una herramienta más al servicio de la persona y su salud (entendiendo como salud un concepto más global que implica salud biológica, psicológica, social y espiritual).
Hay que tener en cuenta que no todos los problemas pertenecen al ámbito de la dimensión espiritual y, por lo tanto, no pueden ser abordados desde ella. Si un problema es biológico o psicológico, va a requerir intervención médica, en el primer caso, y psicológica en el segundo. Si bien es verdad, esa dimensión sana y libre del ser humano siempre nos puede ayudar a recuperarnos y a tomar postura frente a lo que nos sucede y no dejar que la enfermedad, el trastorno o el problema nos posea sino ser conscientes de que somos algo más que eso. Con esta reflexión quiero expresar que la logoterapia no soluciona todos los problemas; es una herramienta más al servicio de la persona y su salud (entendiendo como salud un concepto más global que implica salud biológica, psicológica, social y espiritual).
" La felicidad es como una mariposa.
Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia más cosas,
ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en
el camino, sino una forma de caminar por la vida" (atribuido a V. Frankl)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página