UN CUENTO CHINO
Una vaca cae del cielo, un momento
importante se ve truncado por una desgracia:
una vaca cae del cielo y aplasta
lo que era e iba a ser la vida feliz de Jun, matando a su novia. Tras este
infortunio, Jun se va a Argentina en busca de su tío. En Argentina se encuentra
con el protagonista de esta historia: Roberto, un hombre malhumorado que vive
de manera hipercontroladora.
Verdaderamente,
Roberto se comporta con los demás de forma cerrada y brusca porque él mismo
está cerrado a la vida y enfadado con ella. Hay una escena que muestra,
precisamente, esta forma de intentar controlar la vida que tiene Roberto:
cuando se le ve contando los tornillos en su ferretería una y otra vez y llega
a la conclusión de que tiene tornillos de menos. El vendedor le dice que la
máquina a veces suelta tornillos de más y otras veces de menos (¡cómo la vida
misma, que a veces nos da de más y a veces de menos!). Roberto siente lástima
de sí mismo, la vida siempre le echa de menos a él. Desde este victimismo, no
sale de su amargura. Sin embargo, cuando la vida le ofrece tornillos de más (la
oportunidad de estar con Mari) tiene miedo a cogerlos (tiene miedo a iniciar
una relación con ella). No quiere regalos de la vida. No los acepta porque
entonces tendría que cambiar su perspectiva de cómo es la vida y porque, de
esta manera, se evita decepciones y sufrimientos (o eso piensa él ya que,
realmente, con su vida actual es infeliz).
En
su soledad, Roberto pasa el rato mirando los periódicos; viviendo la vida de
otros y leyendo cómo la viven otros. A demás busca noticias que confirmen su
visión pesimista de que la vida es ridícula.
La
casa de Roberto parece ser la imagen de cómo está él por dentro: llena de cosas
viejas y rotas, anclado al pasado. Esta casa, va a ir cambiando a medida que
Roberto lo va haciendo, con la llegada de Jun. Comienza a tirar algunas
cosas...comienza a estar más receptivo. En este cambio, le acompaña Jun, el
cual actúa como un maestro zen que le ayuda a limpiar su casa. Pone su vida
patas arriba y va limpiando lo que está sucio, podrido, viejo, roto... La aparición
de Jun cambia su vida. Roberto tuvo que estar receptivo (actitud que se observa
en que es él el que comienza a limpiar) pero Jun le dio el empujón y la fregada
fuerte. Limpiar lo viejo para ir dejando espacio a lo nuevo.
¿Y
cómo hace Jun para ayudar a Roberto?
Jun
reta a Roberto a dejar de girar en torno a sí mismo. Le “descoloca” al plantear
un enfoque de vida totalmente distinto. Para él todo lo que ocurre tiene
sentido. Este sentido lo encuentra, en última instancia, en la actitud con la
que enfrenta lo que la vida le pone delante. Hablan idiomas distintos, no solo
chino y castellano, sino que entienden la vida de manera distinta. ¡Qué difícil
entenderse así! Pero lo consiguen. Se comienzan a entender ante la humanidad de
Jun, que conecta con lo humano de Roberto. Éste se compadece de la situación de
Jun. Com-padecer (padecer con), vivir y sentir con el otro. Eso es lo que experimenta
Roberto: el encuentro con un otro que sufre pero que, a la vez, enfrenta con
valentía la vida. Ese encuentro cuestiona a Roberto y le llama a querer
implicarse más en ayudar a Jun. Ese encuentro le hace querer para sí la
libertad que Jun transmite. En ese encuentro Roberto comienza a dejar entrar a
Jun en su mundo, se interesa por su vida, por conocerle y le cuenta su propia
historia. Al compartirla comienza a liberarse de la carga de su pasado.
¿Y
qué pasa con la vaca?
La
vaca para Jun es símbolo de desgracia. Una vaca caída del cielo fue lo que mató
a su mujer, su proyecto de vida, su ilusión, su alegría en ese momento. Para Mari, por
el contrario, es símbolo de prosperidad. Su vaca le hace compañía y le da la leche con la que se
alimenta. Pero la vaca no es
buena ni mala en sí, sino que aquello que ha ocurrido con la vaca es lo que ha
desencadenado acontecimientos difíciles o prósperos.